De Como No Se Escrebir

Hablaban sobre las artes plasticas. La desnudaron, la hicieron pedazos y a cada pedazo le pusieron nombre. Y mientras la maestra escribia los nombres y explicaba, mis ropas caian. Todos ellos viendome, mis compañeros violando mi mundo, mi secreto, el unico lugar en el que nadie me podia encontrar.

Reptaban por el sendero que finalmente los dirigiria a lo mas profundo del bosque, un lugar obscuro en el que los fantasmas son mas felices que los cerdos en la mierda. Todos observaban el pizarron pero sentia sus ojos clavados en los mios.

La maestra hacia preguntas como si hubiera entrado a mi alma y escarbado cada piso y arañado cada una de las paredes, la arpia; preguntas que yo siempre me hice pero nunca pude contestar y que al cabo de diez minutos, los alumnos, responden con tal vulgaridad que le quitan cualquier sentido a este texto.